* PENSAMIENTOS ELEVADOS… *
Como sabemos de la calidad de nuestros pensamientos, sueños y visiones junto con otras herramientas que conocemos, depende la calidad de creación de nuestra realidad.
Cuando son elevados, positivos, constructivos, benéficos y en armonía con el mundo, así nos sentimos y lo manifestamos al mundo creando una realidad basada en esas cualidades.
Cuando son de baja a energía, negativos, destructivos o no benéficos, el ánimo se va en bajada y la creación de realidad también será marcada por esas condiciones.
El AMOR, la armonía, la gratitud, , la generosidad, la bondad y buenos deseos en pensamientos y acciones, nos retribuyen lo mismo que estamos enviando.
El temor, el resentimiento, el odio, la incertidumbre, o el miedo traen de regreso condiciones adversas al enviar de vuelta que se proyectó.
Esto es un regla general en todos los aspectos de la vida. Un ejemplo muy claro de esto lo vemos cuando una persona padece una enfermedad de tipo físico de las consideradas graves.
Si la persona se mantiene positiva con la certeza de que sanará y sus pensamientos, palabras, emociones, sentimientos, acciones, actitudes, creencias, decisiones, elecciones, intenciones y deseos estarán enfocadas a ello, es lo que transmitirá al mundo y lo que éste le devolverá en salud.
En cambio otra que se derrota y piensa que no se va a curar, enfocará todas sus palabras, emociones, sentimientos, acciones, actitudes, creencias, decisiones, elecciones, intenciones y deseos a que eso se cumpla.
En este caso, NO fue el supuesto adjetivo de “incurable” lo que la mató sino la persona misma al dar ese adjetivo como cierto a su padecimiento y producir que su cuerpo actuara en consecuencia.
Es muy fácil culpar a la vida, a las personas, las situaciones y hasta a la suerte de lo que la gente experimenta, sin tomar responsabilidad de que todo lo experimentado es únicamente el reflejo de lo que se proyecta.
NO son las circunstancias externas las que actúan sobre nosotros, sino las decisiones y acciones que tomamos sobre las mismas las que producen los resultados.
En la forma de reaccionar y actuar está la diferencia entre sanar o no, resolver algo o no, disfrutar o padecer y lo más importante ser feliz o infeliz.
Dentro de nosotros está la diferencia y la decisión de vivir dejando que el exterior controle nuestra la vida o asumiendo nuestra responsabilidad y control total sobre la misma.
Pensamientos elevados hacia nosotros mismos y hacia los demás traerán como consecuencia una vida feliz, mientras que pensamientos no elevados conducen a la infelicidad.
No es sólo respecto a nosotros sino también hacia los demás.
Lo que queramos y deseamos para los demás será lo que recibiremos.
Lo que pensemos y hablemos de los demás será lo que nosotros adquiriremos y proyectaremos.
Nuestras creencia sobre los demás es lo que obtendremos de ellos.
Si nuestras actitudes y acciones hacia los demás están basadas en el AMOR, eso será lo que de ellos recibiremos.
Así que mientras más elevado sea lo que somos y lo que enviamos a los demás y al mundo, más elevada y de mejor calidad será la vida que tendremos.
Finalmente como afirma David Cameron Gikandi..
“Las cosas mejoran cuando tú mejoras.
Ellas empeoran cuando tú empeoras.
El mundo está todo en tu interior.
Tú eres la causa de todo lo que pasa en tu vida, estés consciente de ello o no.”
Y tú…
¿Tienes pensamientos, sentimientos y deseos elevados hacia los demás?
Me encanta conocer tu opinión al respecto.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por estar aquí!!!
CON AMOR...
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