domingo, 22 de junio de 2008

124. * RESPONDIENDO CON AMOR... *

“Con aquellos que son buenos conmigo,
soy bueno,
y con aquellos que no son buenos conmigo,
también soy bueno;
y así, todos resultan ser buenos."

TAO TE CHING
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Al crear nuestra realidad, somos nosotros quienes decidimos la forma en que nos comportamos con lo demás.

Sin importar la forma en la que los demás sean con nosotros, nuestra respuesta sólo depende de lo que hay en nuestro corazón.

Es muy común culpar a los demás de nuestras reacciones, sin embargo nuestro comportamiento no debe depender de ello.

Nosotros somos quienes elegimos responder con AMOR o con agresión.

Si alguien agrede, responderle igual no es la solución porque agresión engendra más agresión. Si en lugar de ello, respondemos con AMOR, neutralizamos la energía discordante que está enviando y la otra persona se tranquiliza.

No somos quienes para juzgar a otro y no podemos etiquetarlo de bueno o malo. Lo importante es que seamos nosotros mismos con los demás sin importar lo que ellos sean.

En el fondo todo ser humano es bueno, es sólo cómo lo vemos lo que marca la diferencia.

Si a alguna apersona se le ven cualidades positivas, eso será lo que nos mostrará, sin embargo cuando a alguien se le etiqueta con cosas negativas, eso también será lo que proyecte.

Es como si uno pidiera lo que recibe de esa persona.

Al pensar de alguna manera sobre algo o alguien, le estamos enviando energía y esa energía vuelve a nosotros de la manera en que lo pensamos.

No importa si el otro no nos estima o si sus reacciones son adversas. Algo está pasando en su vida que lo hace actuar de esa manera.

Ese tipo de comportamientos NO tienen que ver con nosotros, tienen que ver con ellos mismos. Sus experiencias personales, las vivencias y las huellas que éstas les han dejado son las que los llevan a actuar de tal o cual manera.

Nada es personal si nosotros no lo asumimos como tal. Cuando dejamos de ver las cosas como personales y reconocemos que pertenecen al otro y no es nuestro ni para nosotros, tendremos mejores relaciones porque lo intrascendente no tendrá cabida.

Si vemos lo bueno del otro, siempre será bueno porque finalmente será donde enfoquemos nuestra atención.

Es muy común el enfoque en los errores de los demás y poco común el ver las cualidades. Es más fácil criticar y juzgar, pasando por alto lo bueno recibido o los bueno momentos compartidos.

Si empezamos apreciar lo bueno que hay en los demás, nos percataremos de muchas cosas que habíamos pasado por alto y podremos conocerlos mejor y enriquecer nuestras relaciones.

Al ver lo mejor de los demás, les permitiremos también conocer lo mejor que tenemos.

El otro día una amiga me decía que era imposible ver lo mejor del otro en el momento que se altera y para ella saca lo peor.

Entonces la solución está en no permitir que el otro la altere entrando en una lucha de poder.

Si sin importar lo que el otro haga, se busca mantener la calma, una solución pacífica basada en el AMOR es la opción más adecuada.

Entrar en el juego de la discordia sólo hace que se atraiga más discordia.
Responder en AMOR, hace que sea AMOR que lo que atraemos a nuestra vida.

Sólo yo elijo la calidad de energía que irradio y la que recibiré en consecuencia.

Sólo yo elijo recibir y aceptar la energía negativa de otra persona y hacerla mía entrando en su juego al responderle de igual manera.

Sólo yo elijo mi forma de responder y la calidad de energía con que lo hago.

Finalmente, sin importar lo que esté pasando afuera , como afirman Elizabeth Clare Prophet y Patricia . R Spadaro...

“Si yo elijo irradiar la energía que fluye a través de mi corazón como AMOR,
esta energía regresará a mí como bendiciones de AMOR.”

Y tú…

¿Ves lo bueno en los demás o te enganchas sólo en lo negativo?

¿Respondes de la misma forma o usas el AMOR como respuesta sin importar la calidad de lo que te envían?


Me encanta conocer tu opinión al respecto.


GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por estar aquí!!!


CON AMOR...


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jueves, 12 de junio de 2008

123. * ACTITUD PARA SANAR ... *

“Tú sí lo creas todo.
Lo creas de dos maneras.
O bien tú causas que las cosas ocurran, por elección tuya, por los sentimientos que tienes, por los pensamientos que sostienes,
por tus actitudes y por tus creencias
-tú causas que las cosas ocurran-
o bien tú las permites.”

LAZARIS.

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Como sabemos contamos con muchas herramientas para crear nuestra realidad y todo lo que nos sucede es creación propia.

Las enfermedades no aparecen de la nada, también han sido creadas por quienes las padecen. Un paciente permite que la enfermedad le ocurra por medio de sus emociones y por eso la manifiesta.

Un paciente permite un desenlace fatal si es lo que desea y si asume una actitud errónea ante lo que está experimentando.

Es muy común que a alguien a quien le diagnostican una enfermedad incurable, le den expectativas negativas e incluso hasta le den una fecha para que su vida termine.

Si el paciente cree esto, empezará actuar como si fuera verdad y terminará por cumplir el diagnóstico.

El resultado no dependió de que el doctor fuera brujo o adivino y lo supiera, se desencadenó porque el paciente al darlo como un hecho actuó en consecuencia permitiendo que las palabras del médico se manifestaran en su vida.

El paciente pudo haber decidido no manifestar ese resultado, eligiendo crear uno totalmente diferente.

Las actitudes ante la vida definen en gran medida el tipo de realidad que creamos.

La actitud positiva y adecuada siempre nos trae grandes resultados y hasta sorpresas inesperadas.

Como Sanadora he sido testigo de muchos procesos exitosos de sanación cuando la actitud del paciente ha sido positiva, de cooperación en su proceso y de respuestas favorables a lo que está viviendo.

He visto otros que se desaniman, no cooperan haciendo su parte y se deprimen viendo la enfermedad como un proceso negativo y los resultados generados por su actitud traen como consecuencia desgraciadamente resultados del mismo tipo.
Hay dos formas de tomar una enfermedad:

a) Como un proceso de aprendizaje.

b) Como una desgracia.


La idea y actitud con que se asume el proceso dará la calidad del resultado.

Un proceso físico es como todo en la vida. Una actitud ganadora traerá los resultados positivos mientras que una actitud derrotista, lo contrario.

El verla como un proceso de aprendizaje y actuar en consecuencia da como resultado que en eso se convierta y la vida va a encargarse de abrir el camino y las oportunidades para que la persona sane.

El verla con actitud positiva, facilita el proceso y en especial la sanación ya que se refleja a nivel celular y el cuerpo responde mejor y más rápidamente a cualquier tratamiento.

Una persona cuya actitud es la de que se va a sanar, lo irradia y es lo que atrae.

Muchos Milagros y Maravillas que la ciencia médica no se explica las han logrado los pacientes ,mediante su actitud y sobre todo con la FE en que se sanarían.

El paciente decidió la creación de un Milagro en su realidad y DIOS se encargó del resto.

Una persona es mucho más que cualquier enfermedad y en ella misma está salir delante y ganar.

No hay doctor, tratamiento médico físico o energético que resulte si el paciente no tiene deseos reales y conscientes de sanar.

De hecho ni DIOS puede sanarlo si la persona no lo desea. Jamás violaría el Libre Albedrío que le dio a cualquiera de sus hijos.

Como seres espirituales dentro de un cuerpo humano al ser quienes creamos nuestra propia realidad, tenemos la capacidad para sanar nuestro cuerpo.

Hay muchas formas diferentes de hacerlo y es nuestra elección, la que utilizaremos. Todo tratamiento es válido si creemos en él.

La actitud ante la vida y la enfermedad es lo que marca la diferencia.

Si la actitud ante ello es la de asumir la responsabilidad de la creación de la enfermedad y reconocer que tenemos el poder para sanarla , así será.

Si ves en tu interior ya sea por tu cuenta o con ayuda, encontrarás la raíz y la forma de eliminarla totalmente.

Como sabemos, toda enfermedad tiene su origen a nivel emocional.

Una actitud abierta y dispuesta para trabajar internamente en aquello que la provocó facilita y apresura un resultado positivo.

Todo se puede sanar.

Eliminando la raíz, se elimina la enfermedad.

Todo es cuestión de asumir la actitud adecuada y el proceso, se hará más fácil, más rápido y más ligero.

Finalmente...

"Si mejoras tu actitud ante la vida,
ésta te fluirá más fácilmente y tú serás más feliz."

Y tú…

¿Eres dueño de tu vida y mantienes una actitud que lo demuestre o permites que se manifieste lo que no deseas?

Me encanta conocer tu opinión al respecto.


GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por estar aquí!!!


CON AMOR...

*^Â^*
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lunes, 2 de junio de 2008

122. *PACIENCIA... CUESTIÓN DE TIEMPO. *

“De manera similar, la impaciencia requiere de tiempo.”

LAZARIS.
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La vida tan agitada ha provocado que por prisa todo se quiera de manera rápida casi instantánea.

La gente en general de ha olvidado de que todo tiene un proceso y que ese proceso requiere de tiempo.

Aún el impacientarse lo requiere.

Si somos pácientes creamos una realidad más perfecta, completa y feliz.

Impacientarse no resuelve lo que se espera ni acorta su tiempo de duración. Al contrario, lo alarga.

La impaciencia hace que el tiempo corra más lento y que lo que se espera se bloquee o tarde más de lo esperado.

Quien cultiva la paciencia, cultiva como su nombre lo dice, la ciencia de la paz ya que se encuentra en Paz dejando que lo que ha proyectado, suceda.

Lo esperado llegará pero el tiempo que tarde es parte del aprendizaje obtenido durante el proceso para recibirlo.

El ser paciente da muchas sorpresas y beneficios. El saber dejar que las cosas se acomoden, siempre trae algo mejor.



La paciencia empieza con nosotros mismos y es un Acto de AMOR hacia nuestra persona.


Ser pacientes con los demás es un Acto de AMOR para con ellos.

La paciencia nos permite apreciar más lo que nos rodea mientras que la impaciencia hace todo nebuloso y que se pierda la oportunidad de ver lo que un proceso trae consigo.

La paciencia nos abre cualquier puerta y facilita que las cosas sucedan porque deja fluir la vida.

Quien es paciente demuestra fuerza y fe en que recibirá lo que desea.

La impaciencia en su caso, sólo demuestra debilidad, falta de fe y control de lo que rodea.

Ser paciente lleva el mismo tiempo que ser impaciente pero da en la mayor parte de las veces un resultado mejor.

Ser paciente no es sentarse a esperar, es después de haber actuado dejar que las cosas sucedan.

Todo se acomoda y la paciencia acomoda todo a nuestro favor.

No hay que impacientarse ni desesperarse.

Sólo es cuestión de tiempo.

Finalmente como un autor anónimo dijo por ahí...

“La paciencia infinita trae resultados inmediatos.”

Y tú…

¿Eres paciente y gobiernas tu vida o dejas que la impaciencia la gobierne?

Me encanta conocer tu opinión al respecto.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por estar aquí!!!


CON AMOR...

*^Â^*


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