109. *RECIBIMOS... LO QUE DAMOS. *
“Necesitamos primero dar para luego poder recibir,
es la Ley inmutable de Correspondencia,
aquello que damos, recibimos.“
Alida y José L. Sosa.
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Hay una regla de Oro que dice…
“Trata a los demás como quieres que te traten a ti”.
Para mí es de las más importantes y poco llevada a cabo.
Es muy común que escuchemos a alguien decir que nadie lo comprende, o que no lo aman o que no lo respetan.
Es una queja constante.
Quejare no es la respuesta. Esta es ver en el interior las razones de que esas actitudes de los demás sean recurrentes en la vida de una persona.
Como ya hemos dicho, no podemos recibir lo que no damos y el dar empieza por nosotros mismos.
Si nosotros nos amamos, los demás nos van a amar. Si nos comprendemos, seremos comprendidos. Si nos respetamos, obtendremos su respeto.
No se puede andar por la vida pretendiendo recibir aquello de lo que se carece.
En toda relación sea amorosa o de trabajo, lo que nos damos a nosotros mismos es lo que recibimos. El comportamiento de los demás hacia nosotros es el resultado de lo que nosotros reflejamos.
Si hacemos un recuento de as personas que nos rodean, podemos ver quienes son respetadas y quienes no. Si un jefe No se respeta a sí mismo, ¿cómo espera que sus empleados lo hagan?
Todo parte del AMOR a uno mismo. La cantidad de AMOR hacia nosotros nos permite desarrollar las cualidades que m manifestamos, damos y por respuesta recibimos.
Hace unos días un amigo me decía que la niña de sus sueños lo trataba como trapeador.
Alguien que estaba ahí comenzó a criticarla en forma despiadada. Sin embargo, el problema no estaba en el trato que ella le da a mi amigo, sino que él por no darse su lugar y ponerse de tapete , había perdido el respeto a sí mismo y era lógico que ella tampoco se lo diera.
Si él se amara más, no se permitiría a si mismo ese comportamiento y ella , no habría tomado esa actitud con él.
Desgraciadamente es fácil hablar de lo que pasa en las relaciones con las demás personas olvidando ver las razones en nosotros que han motivado esos comportamientos.
Una vez platicando de esto, Araceli me decía…
“Pero si yo trato bien a todos y mira ¿cómo me pagan?
Y si en efecto ella trataba bien a los demás pero ¿Se trataba bien a sí misma?
Atraemos con lo que vibramos. Si vibramos en Amor, Alegría, Respeto, Armonía, Comprensión, Fidelidad, etc., es lo que recibiremos.
Vibramos en base a la conciencia que tenemos de nosotros mismos y de lo que somos en relación al mundo.
Por otro lado, está el dar en referencia al trato que damos a los demás…
La forma en que lo hacemos será el trato que recibiremos.
Hace tiempo una amiga de mi mamá se quejaba amargamente de que sus hijos no la trataban bien siendo que ella los llenaba de mimos y atenciones.
La señora no mentía. Siempre se caracterizó por dar un trato excelente a su familia pero en su oficina las cosas no eran de la misma manera. Tenía fama de ser una jefa déspota y prepotente. Esto le había hecho perder el respeto de sus empleados, más nunca la trataron como ella lo hacía.
Sin embargo la Vida, en su sabiduría, se encargó que recibiera lo que ella acostumbraba dar por otro lado, en este caso quien más le dolía.
Ella lo entendió y cambio su actitud hacia quienes trabajaban con ella y para ella y empezó a recibir ese mismo trato por parte de su familia.
Estoy recordando a una persona que era gerente de un lugar importante y como su esposo la trataba mal, ella lo hacía con sus empleados. No buscaba quien se la hizo, sino quien se la pagara y así desquitaba su frustración con quien menos podia defenderse.
Parecía increíble pero entre más mal los trataba, su esposo peor la trataba ella. El mal trato que daba sus subordinados repercutía en que todo saliera mal y su furia iba en aumento.
Era un círculo vicioso donde nadie gana. Tratando mal a los demás no resolvía su situación y sin saberlo, la agravaba ya que con su comportamiento accionaba la Ley de Correspondencia y no precisamente a su favor.
Si queremos crear una realidad en la que seamos amados, comprendidos y respetados por los demás, es importante que seamos congruentes en nuestro trato hacia nosotros mismos y a los demás sin importar lo que son para nosotros o lo que representan en nuestra vida.
Todos los seres humanos somos importantes, únicos e irrepetibles y todos formamos parte del TODO. Al ser parte del TODO, lo que hacemos a los demás , nos lo estamos haciendo a nosotros mismos.
Nadie puede esperar ser reconocido, amado y tratado bien, si en algún momento no lo hace.
Es momento de pensar en el tipo de trato que recibimos porque nos dirá la clase de trato que damos y sobre todo en el tipo de comportamiento que tenemos. No sólo con quienes están cerca sino con todos en general.
Aún podemos remediar algún comportamiento no adecuado.
Si DIOS nos ama a todos por igual, ¿Quiénes somos nosotros para discriminar a los demás por medio de nuestro trato?
Finalmente..
“Lo que damos es lo que recibimos…”
Y tú…
¿Te amas lo suficiente para recibir AMOR de los demás?,
¿Tratas a otros como te gusta ser tratado?
Me encanta conocer tu opinión al respecto.
Gracias, Gracias, Gracias por estar aquí!!!
CON AMOR…
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